Actualmente hay mucha gente que
tiende a situar los hechos de Jesús y Sus discípulos en un pasado remoto. Les
parecen cuentos de hadas. No les ven nada de real. ¡Dios es algo remoto, el
Cielo es algo remoto también, Jesús hace muchísimo tiempo que murió y todo
parece muy distante! Pero el Señor sigue siendo real, y es capaz de lo mismo y
aun más. ¡Dios sigue vivo, con buena salud y obrando con tanto poder como siempre
entre los que confían en El! El ha dicho: "Porque yo el Señor no
cambio" (Mal.3:6), y "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los
siglos". (Heb. 13:8) ¡La época de los milagros no ha pasado! Tanto la
Palabra de Dios como Sus garantías carecen de restricciones, limitaciones o
condiciones, salvo las que nuestra propia fe les imponga.
Lo único que Dios nos pide es que lo honremos
con nuestra fe, creyendo en las promesas de Su Palabra. Al orar, hay que
presentárselas para recordárselas. Al recordarle a Dios Su Palabra demuestras
fe en ella. A Dios le complacen las declaraciones explícitas de nuestra fe y
de nuestro conocimiento de la Palabra. ¡Por lo tanto, cita Escrituras y hazle
cumplir Su Palabra!
"¡Sigue creyendo en el Señor! ¡El aún
responde a la oración!" ¡Nunca ha faltado a ninguna de Sus buenas
promesas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario